Más vivos que nunca: La UC le ganó a Argentinos y sigue soñando con los octavos de la Libertadores

A 15′ del final, Fernando Zampedri marcó el único gol de la tarde-noche en La Paternal.

10 años después es una de las canciones más populares de Andrés Calamaro. Ese tema describe lo que vivió Universidad Católica ante Argentinos, pues se volvió a vencer de visita en la Copa Libertadores.

El último triunfo había ocurrido ante Gremio, en la ida de los octavos de final del certamen de 2011. Esa noche, Lucas Pratto fue la gran figura marcando ambos goles.

Frente al “Bicho”, otro delantero argentino se puso el equipo al hombro y lideró la obtención de unos tres puntos fundamentales: Fernando Zampedri, autor de la única cifra de la jornada.

Muy diferente fue el partido al que se jugó dos semanas atrás en San Carlos. Católica equiparó a Argentinos en el aspecto físico y jamás fue sobrepasada. Tal como ocurrió ante Nacional el pasado miércoles, la defensa compuesta por Rebolledo, Fuentes, Huerta y Cornejo estuvo muy ordenada, e individualmente ninguno cometió errores.

Del medio hacia arriba, eso sí, hubo poco cambio de ritmo. Y la lesión de Marcelino Núñez le quitó a la UC la escasa aceleración que tenía, al ser reemplazado por Luciano Aued en 30′. Tres minutos antes, Gabriel Hauche fue expulsado por un patadón contra el ex central de O’Higgins y Estudiantes de La Plata.

Con la ventaja numérica, Católica monopolizó la posesión de la pelota y Gustavo Poyet, otra vez, terminó siendo decisivo con los cambios. Con los ingresos de Gutiérrez y Silva se ganó en tenencia y profundidad, mientras que Valencia nuevamente fue el acompañante que el “Toro” necesitaba.

Y entre los dos “9” se juntaron para el gol a los 74′. “Luli” metió un pelotazo milimétrico, el “Pollo” la bajó de cabeza y Zampedri, en offside, la empujó en la línea. Segundos después lo pudo liquidar Puch, pero el achique de Cháves lo dejó sin ángulo de remate.

Hasta que en los 10′ finales se inclinó la cancha a favor de los locales por la tonta expulsión del iquiqueño, quien se ganó dos amarillas por discutir y meter un empujón a centímetros del árbitro, el brasileño Wilton Sampaio.

Pero ahí apareció nuestro salvador, San Matías Dituro. Si a comienzos del segundo tiempo estuvo notable en un cabezazo de Sandoval, se ganó la medalla de oro compartida con el ex Rosario Central con una reacción brillante ante un zurdazo de Herrera y una volada fotográfica luego de que Ávalos cabeceara en los descuentos.

Segunda victoria consecutiva de La Franja en el grupo F. Sin Puch por suspensión, la UC buscará dar otro paso importantísimo el próximo martes en Uruguay ante el “Bolso”. La ilusión de meterse en la ronda de los 16 mejores está más viva que nunca. ¡VAMOS CATÓLICA!