Aciertos, apuestas y errores

Universidad Católica ha vivido de todo en esta temporada 2020, la que por motivos de la pandemia se estiró hasta comienzos de 2021.

Qué temporada, y eso que aún no culmina. A tres fechas de terminar el Torneo Nacional 2020, Universidad Católica continúa liderando con tres puntos de ventaja sobre Unión La Calera, pese a las derrotas consecutivas ante Palestino y O’Higgins, y a los cinco duelos seguidos sin ganar.

La realidad es que, en estos más de 365 días, considerando que a Ariel Holan lo confirmaron en diciembre de 2019, La Franja ha vivido, literalmente, de todo. La intención de este texto es analizar, y de paso aclarar, diversas situaciones que han pasado en este tiempo con nuestro querido club.

Antes de que comenzara el campeonato, la UC confirmó los arribos de Fernando Zampedri, Gastón Lezcano y Tomás Asta-Buruaga. Los dos primeros han sido un acierto, y en el caso del ex Antofagasta también lo era en un principio: Llegó a cubrir la eventual partida de Benjamín Kuscevic, la que por la pandemia se dio muchos meses después. Lamentablemente, las lesiones no han dejado tranquilo al “Tomy”, por lo que aún no lo hemos podido ver en plenitud y con el nivel que mostró en los “Pumas”.

En esos mismos mismos meses vinieron, bajo mi criterio, los dos primeros errores. César Fuentes partió a Colo Colo con Mario Salas, y Holan decidió no tomar en cuenta a Jeisson Vargas y Jaime Carreño. Sumando la lesión de Francisco Silva, la zona media quedaba muy despotenciada. Y, aún así, Cruzados aceptó mandar a Carlos Lobos a Everton para adquirir parte del pase de Edson Puch.

Tampoco se trajo a un jugador en esa posición. El técnico argentino estaba maravillado con Marcelino Núñez, y decidió apostar por su debut en primera y darle continuidad al joven volante como eventual reemplazo de César Pinares. Esto sí es fue una buena decisión por el nivel que ha mostrado en gran parte del año, pero le tocó asumir una responsabilidad que no le correspondía. Y ahí estuvo la gran falla de la dirigencia, porque a diferencia de lo que ocurrió con Kuscevic y la llegada de Asta-Buruaga, no se cubrió de una potencial partida del zurdo formado en Colo Colo.

Hay que mencionar también que, lamentablemente, el “Gato” nunca pudo recuperarse física ni futbolísticamente. La Católica corrió un riesgo al tenerlo como única alternativa a Ignacio Saavedra, y eso en estos últimos partidos ha pasado la cuenta.

Se jugó la primera parte del 2020, con Los Cruzados liderando el certamen local pero perdiendo ambos cotejos en la Libertadores. Vino la pandemia, la para de casi cinco meses, y cuando se retomó el fútbol se vio la mejor versión del equipo de Ariel Holan… hasta la salida de Pinares a Gremio.

Mucho se ha discutido de si José María Buljubasich y Juan Tagle buscaron suplir su partida. Y lo hicieron: Se contactaron con Ángelo Araos, Pablo Hernández y Pablo Galdames. Pero era extremadamente difícil que volvieran a Chile. El primero está tasado en US$ 5 millones por Corinthians, el segundo estaba siendo titular en el Independiente de Lucas Pusineri que seguía en carrera en la Copa Sudamericana, y el último es inamovible en el Vélez de Mauricio Pellegrino, que también luchaba por el título continental.

¿Y de los juveniles? Este punto es muy importante de mencionar. Solo se disputó la primera fecha del torneo 2020. La Sub 20 goleó 4-0 a Audax con actuaciones brillantes de Alexander Aravena, Bruno Barticciotto y Kevin Fernández (no jugaron Gonzalo Tapia ni Clemente Montes por lesión). Después estuvieron sin entrenar en cancha y sin jugar por varios meses, y era muy difícil que pudieran ser opción en el plantel cuando más desgaste hubo. Se trató en el 2-2 con Everton en Viña, pero se notó que desde lo físico no estaban preparados, a diferencia de lo que ocurre ahora. Por eso hago la conexión con que el refuerzo en el mediocampo debió estar a comienzos y no mediados de temporada. Juan Fuentes nunca llegó en el lugar de Pinares, y hasta ahora sigue siendo una apuesta por sus molestias físicas y por los pocos minutos que ha sumado.

Para nadie es desconocido que el plantel quedó muy corto con las recientes lesiones, y con las salidas de Stefano Magnasco y Carreño. Acá hay que mencionar algo de suma importancia: Es el propio entrenador el que decide con quiénes quiere contar. En el caso del lateral, cuando jugó no rindió como Holan esperaba, y su equivocación en el gol de la U. De Concepción en San Carlos terminó por condenarlo. El ex técnico del “Rojo” tampoco sintió que Carreño le podía aportar lo que el pretendía y tomó la determinación de no considerarlo, una que nos dejó sin una posibilidad muy importante de tener algo de recambio en la mitad e la cancha.

De Holan: Sigo creyendo que su llegada fue un tremendo acierto y que su jerarquía no está en discusión, pues no todos los días llega al fútbol chileno un campeón internacional con un grande de América. Hizo a la UC mucho más competitiva que con Gustavo Quinteros en 2019 y que en el proceso de Mario Salas en el ámbito continental. Pero últimamente, tanto en lo futbolístico como en sus declaraciones y su constantes reclamos, se ha equivocado. Como conductor de grupo, y a las puertas de un logro histórico, tiene que calmar las aguas y, principalmente, buscar variantes a cómo plantea los partidos. Por lo mismo es que el empate con el “Campanil” de local y las derrotas en Curicó y Rancagua son de su total responsabilidad.

Reconoceré que fallé en la forma en que tuitié la noticia de las designaciones arbitrales para los partidos del pasado fin de semana, aunque no cambio mi parecer de que el arbitraje está pasando por un momento bajísimo y que se necesitan cambios en la formación y el cómo se designa. Nobleza obliga, Fernando Véjar arbitró muy bien en el O’Higgins-UC, y Juan Lara hacía lo mismo en Colo Colo-La Calera hasta el penal no cobrado de Barroso sobre García. Por lo mismo no creo en las conspiraciones ni en que nos están perjudicando a propósito, pero sí es cierto que han existido diversas equivocaciones en contra de la Católica.

¿Vamos a ser campeones? Muy pronto para saberlo. Ideal es serlo ganando los tres partidos y no seguir esperando tropiezos de los “Cementeros”. Pero de la forma en que se consiga, se festejará igual. Me parece, además, un tremendo error decir que seguimos punteros de “suerte”, y que el hincha se “autoflagele” menospreciando el buen trabajo de esta temporada por lo realizado en las últimas semanas. Llevamos siendo líderes 31 fechas, y en eso hay mucho mérito. Nunca olviden que el “tri” lo ganamos todos juntos y unidos, o no lo gana nadie.